El agua fría, estimulando cada nervio de mi cuerpo. Sentía la linea de la membrana del Mediterráneo subiendo lentamente desde mis dedos de los pies hasta mi cuello. En medio del momento más oscuro de la noche me dejaba lentamente seducir por el agua y la sal. Mis pies, casi en un sueño se deslizaban entre las lineas onduladas marcadas en la arena. Volteo hacia mis pies y veo, con ayuda de la brillante luna llena, mi cuerpo completamente sumergido, empiezo a nadar.
En medio de la oscuridad empiezo a nadar casi con lagrimas en los ojos, por la belleza del momento, en sentido contrario a la costa. Era como sumergirme en la noche, nadar despacio hacia un negro horizonte. Como burlándome de la vida, como jugando con el destino y el miedo no veo más que oscuridad mientras bailo lentamente un vals con la marea. Me dejo llevar por el ritmo, por el sentimiento, por el momento... me dejo caer en los brazos del mundo como diciendo "Aquí me tienes, ahora ¿Qué quieres de mi?".
Aún no se desvanece el sentimiento de cuando me detuve para poder volver a descansar mi pies sobre la arena. Sentía mi respiración cansada, pero no por el movimiento sino por el peso del días. Junté mis manos lentamente, una pequeña risa entre dientes se escapa al ver mi anillo negro, para tocar las reflexiones de la luz lunar sobre el agua. Sonreí y me seguía guiando por el ritmo de la noche. Casi podía escuchar una dulce sinfonía cantada a mi oído.
Detuve mi mundo un momento, cerré los ojos y deje que el mundo dejara de girar por unos segundos. Cuando abrí los ojos solo quería voltear a ver el cielo y disfrutar la belleza de la luna por lo menos unos instantes más, fue entonces cuando mi corazón (o alma o mente o cuerpo aún no lo se) me traicionó. Justo junto a la luna mis ojos vislumbraron una estrella fugaz y mi cuerpo por automático decidió pedir un deseo. Solo una persona en el mundo vino a mi mente, quería pedir por esa persona, por su bienestar o por su vida. No se exactamente que quería, pero después de años e incontables lugares solo una persona vino a mi mente en ese momento. Entiendo que debí pedir un deseo en ese momento, pero vislumbré a una persona con esa estrella y las grietas de mi cuerpo se movieron, como queriendo iniciar un temblor. Maldita alma traicionera, maldita mente estrecha que no alcanza a entender ni siquiera los misterios de mi propia vida.
Solo quedaba una cosa por hacer, regresar a la costa. Siempre regresar, siempre olvidar, siempre volver a la incertidumbre. El frío, la verdad, la realidad, todo regresando en medio de un huracán para desvanecer la fantasía en la que si pudiera viviría.
Las notas se van perdiendo en la lejanía, pero yo te llevo a todos lados.
Roberto Mora
Sounds like Monet : No logic, but truth.
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