Recuerdo la luz de medio día entrando por la ventana. No calentando mi piel directamente sino calentándome a través de la delgada sábana que nos cubría. Envolví nuestros cuerpos de pies a cabeza para no tener que lidiar con nada más que con tu mirada. El mundo es aterrador. Pero cuando encuentro tu mirada bajo la sábana todo parece calmarse, tu cuerpo refleja la tranquilidad que quiero encontrar en el alma. Nuestros dedos se rozan en un silencio pulcro, limpio, tan delicado...
Desde ese momento me di cuenta que entender el silencio de alguien mas es un arte maravilloso pero peligroso. No decíamos nada, pero los dos sabíamos que pudimos haber escrito un libro con nuestras palabras. Respirábamos una ligera melancolía con entendimiento. Ambos dominábamos que algo había ido mal, algo inesperado y maravilloso había pasado. Al mismo tiempo teníamos la certeza de que el reloj corría y teníamos tan solo unos pocos minutos para enfrentarnos solamente con la mirada del otro.
El comprender la seguridad que se sentía debajo de esas sábanas parece absurdo. Sabíamos que el final estaba cerca y nos aferrábamos a un último instante. Un templo debajo de las cobijas donde nuestra respiración cantaba pequeñas plegarías por el otro. Un lugar tan sagrado parecía un crimen el querer romper tan preciado momento al lado de la única persona a la que te has entregado en cuerpo y alma.
Pocos eran los recuerdos que importaban en ese momento, lo único que importaba era ese instante mágico que sabíamos que nada cambiaría. Parecían lejanos los momentos en que nada importaba mas que un beso más, un beso que esperábamos cambiara las cosas y que en el interior sabíamos que no lo haría. La piel, los sonidos, mis manos y tu cuerpo ya no parecen la receta perfecta. El momento se desmorona, empieza a desaparecer con el amanecer que nada perdona. Sentía al mundo golpeando nuestro templo para desmoronarlo y que no quedaran más que cenizas.
Quería aferrarme al instante pero sabía que era inútil. El fin es parte de cualquier inicio, no me siento orgulloso de saberlo y menos de sentirlo. Sabía que esto se sumaría a la ola de tristes despedidas que he tenido que dar a lo largo de mi vida. Despedidas que algunos probablemente no sean conscientes, conscientes de que les dije adiós. No se con cuantas personas más tenga que hacerlo, no se con cuantas mas pueda soportarlo. Aunque sea de manera temporal, es insoportable.
Nunca estuvimos listos, pero de un momento a otro teníamos que abandonar nuestro lugar sagrado. Así que saltamos sin pensarlo, apresurándonos a tomar una buena bocanada de aire. Aire fresco de lo que vendría siento el día siguiente, la realidad, el presente o simplemente nuestra verdad.
Roberto Mora
Porqué renuncias a algo tan sagrado? Porqué abandonaron la paz y la seguridad? Porqué renuncias al amor? Porqué te despides de la esencia de nosotros los artistas?
ResponderEliminares increíble cómo leyéndote, recordé. Yo tampoco sé cuantas despedidas más podré soportar...aunque cada vez que te despides, de alguna forma, sabes que vendrá alguien mejor para tí, porque es como subir una escalerita, como tener niveles en un videojuego, porque cada vez estamos más listos para encontrar a la persona más indicada porque nosotros somos ya más indicados. Es el concepto de libertad que no conocemos, porque para mí libertad es poder explorar todo aquello con esa persona amada; tener el tiempo para derrocharlo mirándonos las caras y acariciándonos las manos, tal cual simios;pero para ellos, es poder conocer más gente como ellos, libres y locos por vivir cosas así, libres y locas; mientras, nosotros buscamos la libertad en medio de cuatro edificios con colores respladecientes, buscándola en un escenario de 4 por 4, salpicándonos de talento, alzando los brazos para simular que somos globos Cuando en realidad, la única sensación de libertad es ese momento cuando ves los ojos de la persona que amas y todo se deshace, se derrite sin necesidad de medir porque el mismo tiempo se paraliza al momento de que parece que va más rápido y es cuando ves su alma y dejas que con timidez mire la tuya... y es así, cuando nosotros debemos sentir la libertad con un nuev significado, tal vez la única forma sería a través del arte, en medio de un montón de sábanas.
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